Entrevista: Violeta Castillo / El pop es, o se hace

T/ Cocó Muro Garlot F/Agustina Fernandez

El violeta es un color feminista. Hay una versión que dice que las trabajadoras de la empresa textil Cotton New York -aquellas que se declararon en huelga el 8 de marzo de 1908 y fueron prendidas fuego dentro de la fábrica- estaban trabajando con telas violeta y que el humo que salió de las chimeneas ese día, tenía ese color. 
 Es el último día de enero en Buenos Aires y en todo el mundo, pero en Buenos Aires hace más calor, o eso parece. Violeta Castillo llega al encuentro en skate, pelo suelto y remera. La veo por la ventana del bar que da a la calle. Todavía no cumplió los 30 años y ya lleva más de diez en la autogestión de su música -como compositora y cantante-, de sus presentaciones en vivo, de sus medios de transporte y ahora se entusiasmó con la actuación. Violeta es, además, la anfitriona del ciclo FORTALWZA, un espacio donde sólo tocan mujeres y funciona como cruce de proyectos editoriales, de fanzines, de ilustraciones, ropa y objetos también hechos e impulsados por mujeres: una manera de visibilización del mensaje feminista -urgente y revolucionario- "que está presente en todas las actividades que hacemos", aclara.
Curiosa e inquieta, le gusta aprender y siempre tiene nuevas ideas para nuevas canciones. Su presente es continuo, y el resultado de una búsqueda en el lenguaje, fomentada por la curiosidad y su necesidad de expresarse a través de las relaciones audiovisuales, musicales y el experimento con las letras. Cuenta que desde chica iba a todos los talleres que podía, porque su mamá trabajaba en centros culturales. Pero fue el taller de canciones con Rosario Bléfari el que le partió la cabeza. De la primera vez recuerda un estiramiento, ejercicios de teatro, la libertad y el coqueteo con otras disciplinas, además de la música. Bléfari también es cantautora, actriz, escribe. "Me dio mucha apertura en cuanto a la composición. Los músicos en general son mucho más músicos. Eso fue en el 2009: tenía 20 años".

(SIGUE EN LA REVISTA)

contenidos relacionados

SILVINA OCAMPO: Buscar la sombra 2024 GF #20 (2018)

SILVINA OCAMPO: Buscar la sombra

T/ Guchy Fernandez
F/ Gentileza de Penguin Random House


Banda de sonido recomendada para leer esta nota: Brahms (Silvina amaba sus Liebeslieder Waltzes). También le gustaban: Bessie Smith, Tina Turner, Gardel, Piazzola, Schumann y Chopin (así que si quieren pueden ir mechando).



Confesó que se sentía “el etcétera de la familia”. Ocurre que era la menor de seis hermanas, Victoria Ocampo a la cabeza. Y así como la mayor fue todo lo que estaba bien, Silvina, que también encontró su lugar en la escritura, se ubicó en los márgenes, en el cuarto de planchado, arriba del cedro de su mansión de verano donde esperaba a los mendigos para darles leche con nata, siempre en la sombra. Pero aquí no vamos a poner a Silvina en ese lugar en el que la mayoría la pone: el de la pobre desplazada contra su voluntad, opacada por su hermana y su gran amor, Adolfo Bioy Casares, incluso también por su amigo Borges. Ocurre que ella se sentía cómoda en la sombra, “soy íntima”, decía. Se escondía de la gente tras sus icónicos anteojos de marco blanco y vidrio templado o se tapaba la cara paras las fotos. No le gustaban las entrevistas, las fiestas, los homenajes, no hacía relaciones para beneficiarse, más bien al contrario: era ella la que beneficiaba a los demás con su mirada, su humanidad y sus excentricidades. Construyó una obra tan genuina como ella misma, que te seduce, te atrapa y te lleva a ese lugar oscuro que tanto disfrutaba.

Seguir leyendo
PATTI SMITH: La señora punk 2024 GF#14 (2016)

PATTI SMITH: La señora punk

Conocida como “la madrina del punk”, esta poeta, cantante y artista norteamericana es uno de los pocos íconos de los años setenta que sobrevivió a aquel genial verano del amor para contárnoslo. La suya es la historia de una outsider, la chica de pueblo que quería ser artista y que a fuerza de una propuesta estética y conceptual inédita lo logró. Vaya aquí el intrincado camino que tuvo que recorrer. Hasta hoy. 
Seguir leyendo